La Fiscalía de Braunschweig ha impuesto una multa de 1.000 millones de euros por la manipulación de las emisiones de gases en motores diesel al grupo automovilístico alemán Volkswagen, que la ha aceptado.
Volkswagen informó hoy de que de este modo asume su responsabilidad.
Estos incumplimientos hicieron que desde mediados de 2007 y hasta 2015, 10,7 millones de vehículos con el motor diésel EA 288 de la tercera generación en EEUU y Canadá y con el motor EA 189 en otros países estuvieran equipados con una función de software ilegal, que se vendieran y que entraran en circulación.
El grupo Volkswagen ha aceptado la multa, tras realizar su propia revisión, y no va a presentar recursos legales.
Las crisis del diésel le ha obligado a pagar acuerdos extrajudiciales, multas y modificaciones en los vehículos multimillonarias, sobre todo en Norteamérica, y ha lastrado su resultado con elevados extraordinarios.
El grupo automovilístico ha provisionado casi 26.000 millones de euros para la crisis del diésel.