Naciones del viejo continente manifiestan su preocupación en torno a las decisiones recientemente adoptadas desde Londres. El Reino Unido oficializó su separación de la Unión Europea, tras el referendo consultivo que apoya la medida.
Reino Unido ratifica el camino del Brexit. La primera ministra Theresa May dijo que no hay vuelta atrás y obedecerán la voluntad de los electores, expresada en las urnas.
Donald Tusk, al mando del Consejo Europeo, recibió la comunicación firmada por Theresa May en la que se confirma la adopción de esta medida por parte del Reino Unido. El procedimiento se realiza de conformidad con lo establecido en el articulado del Tratado de Lisboa.
Europa vive días oscuros con la primera salida de un Estado de la Unión Europea. Se teme que el Brexit traiga consecuencias negativas a las economías de ambos bloques.
Tim Barrow, representante diplomático de Londres en la Unión Europea, ratificó que su país respetará la voluntad de los electores.
Reino Unido teme, entretanto, que una nueva consulta popular sobre la independencia de Escocia e Irlanda del Norte sea favorable a esta intención, lo que terminaría desmembrando a esta unión de naciones.
May aspira a que la ruptura de vínculos entre la UE y Reino Unido sea total. Una de las intenciones es recobrar la autonomía de este conglomerado de naciones en relación con la inmigración, sobre todo en relación con los refugiados provenientes del medio oriente.
Ciudadanos europeos en el Reino Unido quieren saber lo que les deparará el futuro, pues el Brexit los podría dejar en la ilegalidad.
Británicos mayores de edad e inscritos en el colegio electoral votaron recientemente a favor de la salida de la Unión Europea. El Brexit disminuye la frecuencia de vuelos entre Estados Unidos y Reino Unido, lo que genera temores acerca del impacto de esta decisión en la economía.
Delta Airlines volará menos al Reino Unido a raíz de la decisión adoptada tras esta consulta popular. La disminución de frecuencias ronda el 6 por ciento.
Gran Bretaña ha dicho que no repetirá el referéndum a pesar de las numerosas solicitudes recibidas en la página web del parlamento. Muchos británicos afirman que se arrepienten de haber votado por el sí, pero para las autoridades, ya es tarde para volverse a pronunciar al respecto.
