NotiGlobo.- Los migrantes venezolanos no se las han visto fácil en otros países donde buscan refugio para mejorar las condiciones de vida que en Venezuela no consiguen debido a la situación económica, política y social convulsa que experimenta.
Ante la faltas de oportunidades y las ganas de superación muchos connacionales deciden emprender viajes por rutas que son peligrosas, en este trayecto, unos lo han logrado, pero otros han perdido la vida y a seres queridos en distintas circunstancias asociadas a la migración.
Muchas son las historias de experiencias de migrantes, y justamente el pasado fin de semana se conoció la noticia del fallecimiento de Yaelvis Santoyo Sarabia, un bebé de 2 años de edad, quien murió en brazos de su madre, quien también resultó herida luego de que autoridades de Trinidad y Tobago dispararan hacia la embarcación en la viajaban al menos 20 venezolanos.
El hecho ha conmocionado a la comunidad nacional e internacional, quienes han clamado por una investigación sobre lo ocurrido.
Por su parte la Guardia Costera de Trinidad emitió un comunicado detallando que cerca de la media noche del sábado 5 de febrero, detectaron una embarcación que cruzó la frontera de su país. En ese sentido, aseguran que usaron diversos medios para llamar la atención e intentar que «la embarcación sospechosa se detuviera».
No obstante, y en vista de que no acataron las señales, comenzaron a realizar los catalogados «disparos de advertencia». Sin duda, las costas venezolanas y trinitenses se han convertido en un pase para establecer en la isla, para perder la vida en naufragios, para ser atacados bajo disparos o para ser deportado.
Lamentablemente, el caso de Trinidad y Tobago no ha sido el único que muestra los peligros que se corren en las travesías hacia otras latitudes, existen en este 2022 por lo menos 5 casos, 4 de ellos tratan de la muerte de niños.
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2022 enluta a familias venezolanas
Tal como se ha mencionado, este año se han difundido noticias nada alentadoras sobre niños migrantes que han perdido la vida, mencionamos algunos casos:
- La pequeña Victoria Lugo, de 7 años de edad, murió ahogada Río Grande, entre la frontera de México y Estados Unidos. La muerte de la niña también conmocionó a la opinión pública.
- Keiler Eduardo Vargas, de 2 años falleció por falta de oxígeno, el hecho ocurrió entre la frontera de Perú y Chile.
- Kristopher Enmmanuel fue otra víctima, en su caso se reporta que falleció por mala praxis médica, el niño de 2 años de edad, ingresó para una operación en uno de sus dedos meñique, y terminó con muertes cerebral, de acuerdo a lo narrado por los padres. El infortunio ocurrió en Chile.
Recientemente, se supo sobre el caso de Jonathan Osleydis Revilla Bocanegra, migrante venezolano de 26 años de edad, quien murió ahogado en el río Sapoá de Nicaragua, este tenía como meta llegar a Estados Unidos atravesando caminos peligrosos.
Historias de superación de migrantes venezolanos
El ciudadano que decide migrar se enfrenta a distintos escenarios, unos adversos y otros, donde con esfuerzo lograr la superación, de este último aspecto hablaremos.
Iniciamos con la historia de Vivian Velasco Ramírez, una venezolana que llegó a Cúcuta en el 2018, su profesión es la docencia, y precisamente su experiencia en este campo de la educación la llevó a crear la Fundación llamada «Niños Sin Frontera Unidos de la Mano», cuenta con el apoyo de tres líderes colombianos y de su esposo que trabaja como representante legal.
Pero antes, Velasco Ramírez trabajó vendiendo limonada, hielos y combos de golosinas; y una habitante de Cúcuta la enseñó a a hacer vallunas.
También hablamos de Gerardo Orozco, quien logró montar su propia franquicia de alimentos llamada Que Rico Lunch, en apoyo de las organizaciones USAID, OIM y Corprondinco. Cuando llegó a Cúcuta se empleó en una fábrica de pasabocas (pasapalos).
Un ejemplo de que los sueños de migrantes se vuelven realidad
Un rostro de superación es el de Verónica Villatoro, aunque no es venezolana sino salvadoreña, su historia es inspiradora para los migrantes de todo el mundo, esta pasó por circunstancias difíciles, pero pudo alcanzar su objetivo de mejorar su calidad de vida junto a su familia.
Un día decidieron emigrar a Estados Unidos, en ese momento Villatoro tenía 12 años de edad. Desde El Salvador, y cruzando la frontera, después de caminar sin comer por varios días, fue secuestrada por los llamados «Coyetes».
Luego de esa pesadilla, logró llegar a Los Ángeles y estuvo trabajando en varios oficios por horas. Fue después de más de 25 años de los altibajos propios de la vida como migrante que Verónica se convirtió en una empresaria de éxito, estudió cine en Hollywood, sabe de bienes raíces y recientemente publicó el libro «Mujer Sin Límites», @vvmujersinlimites, donde narra toda su historia #migratoria.
«Con trabajo, sacrificio y preparación he logrado todo en mi vida. Lo digo con propiedad: sí, se puede», nos dice esta admirable mujer latina.
No cabe duda de que la migración tiene dos caras, unas que quedan silenciadas por las tragedias y otras que brillan al superarse, como venezolanos sentimos el dolor de saber que un compatriota muere, pero también nos llenamos de orgullo cuando se reportan buenas nuevas.
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