NOTIGLOBO
Puntual como un inglés. Con paso firme a pesar de ya ser un hombre mayor, sonriente y con el mentón en alto, saluda a todos de manera cordial. Su nombre es José Manuel Mustafá, un abogado, contador público, docente, empresario venezolano y creador del Programa de Alimentación Laboral (PAL) en el oriente venezolano. En su caminar se nota experiencia, sabiduría, buen consejo y sobre todo humildad.
– «Buenas tardes señorita», le dice a una mesera, la cual le corresponde el saludo muy agradada. – «Un gusto verle mi buen amigo», le dice a un conocido que se encuentra en el lugar comiendo una torta con una dama, éste se levanta de inmediato para saludarle con mucho respeto.
Todo esto ocurre mientras continúa su paso y se aproxima a la mesa de encuentro ubicada al final en la esquina derecha del café, un lugar al aire libre con toldos que evitan que el sol impacte directamente sobre los clientes y árboles que hacen el ambiente más agradable. Suena un Jazz de fondo y un televisor sin audio muestra un partido de fútbol de la Liga Española, de lejos se ve que el encuentro es entre el Barcelona y El Atlético de Madrid. El lugar es un reconocido establecimiento del Este de Caracas donde se frecuentan amigos de la zona.
Porta consigo un reloj dorado de pulsera negra, una chemise celeste de donde cuelga un bolígrafo y un jean negro, trae también una bolsa blanca -«son unas medicinas para un amigo mío» , dice al ver que observo la bolsa. -«¿Cómo está usted estimado?», me pregunta inmediatamente.
-«Aquí estoy, soy todo oídos para atender a sus preguntas con toda humildad». Su expresión es sencilla, humilde y muy agradable. Al instante le hace señas a una mesera a la cual pide un café negro grande y un agua mineral. – «¿Usted desea algo?» me pregunta, a lo cual contesto, sí, un expreso.
En ese momento interrumpe un gran amigo del señor José Manuel Mustafá, se dan un abrazo bien apretado y entre otras cosas se preguntan por la familia, este amigo ocupa al instante otra mesa desde donde sigue sonriendo y saludando.
– «Él es un colega de la escuela de derecho de la UCV. Estudiamos juntos. Tenía tiempo sin verlo», afirma el visionario Mustafá mientras en tres tragos y medio se toma el café al cual le colocó dos pastillitas de Splenda.
– «Empecemos de una vez, el tiempo ha transcurrido y aun no le dejo hacerme la primera pregunta», guarda silencio y espera atento mi intervención.
Es de resaltar que este hombre, José Manuel Mustafá, empezó hacer Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en Venezuela, cuando este término ni siquiera era un tema de Estado o simplemente una política nacional.
¿Hace cuántos años nació el Programa de Alimentación Laboral (PAL)?
-El proyecto ya tiene 15 años andando y sirviendo a los trabajadores de las empresas de Guayana en el estado Bolívar.
¿De dónde surge la idea de crear el PAL?
-En el momento que se me ocurre la idea de crear el PAL, yo era presidente de una empresa que se llama Corpobrica, de la cual yo tenía la mayoría de las acciones, era una empresa familiar. Entonces pensé que podía lanzar una empresa que ayudara al trabajador en la adquisición de alimentos sin golpear directamente su bolsillo… yo pensaba como obrero, porque fui obrero de SIDOR en el año 1964 y conozco la mística del obrero venezolano.
¿Cómo funciona el PAL?
-Es un comisariato, el cual vende alimentos a crédito a los trabajadores de las empresas de Guayana, el pago está domiciliado a su cuenta nómina de donde se extrae un desembolso, en bajo porcentaje o intereses, porque nosotros además tenemos como política vender por debajo del precio de los supermercados.
¿Cuál fue su intención al crear el PAL?
-Ayudar. Inclusive el principio generó pérdidas considerables, hubo que reformular el proyecto, pero no me pesa, muchas familias han podido echar adelante gracias a esta iniciativa.
¿Cuántas personas están afiliadas al PAL?
-Casi 6mil y sigue creciendo años tras año. En la actualidad hemos tenido que parar el ingreso de personas porque las toneladas de alimentos no nos permiten atender a más… Estamos en la búsqueda de mecanismo de autogestión para aumentar la cantidad de alimentos y ayudar a más personas.
¿Le gustaría recibir ayuda del Gobierno para impulsar el proyecto?
-A veces quisiera hablar con el Ministro de Alimentación para presentarle el proyecto y que se replique en todo el país, es lo que me gustaría, pero no se ha dado mientras eso ocurre sigo adelante.
¿Por qué cree ha sido el proyecto exitoso?
-Muchas personas han podido ayudar a sus familias con este proyecto, el porcentaje de pago es muy interior, recuerdo que una señora me dijo un día que había podido pagar el curso de su hijo porque con el dinero que ahorraba le daba para pagar. Otros construyeron o ampliaron su casa. Eso es lo gratificante de esto.
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Pide otro café, el cual se tomó rápidamente y tras haber hablado por más de 30 minutos sobre el PAL y otros temas, este visionario y pionero de RSE en Venezuela, decide continuar su rumbo.
-«Voy a llevarle las medicinas a mi amigo, gracias por su tiempo mi estimado, espero verlo de nuevo», me dice mientras estrecha mi mano y se despide cordialmente.