NotiGlobo.- El nuevo brote de coronavirus que está azotando a China actualmente ha llegado con particular fuerza a la ciudad de Guangzhou, al sureste del país, donde las autoridades locales ya han decretado la suspensión de las clases presenciales y la restricción de entrada/salida de la enorme urbe de 13 millones de habitantes.
Así las cosas, las clases de educación primaria y secundaria se impartirán en modalidad telemática a partir de este lunes, excepto por aquellos centros de tercer grado que cuenten con las condiciones adecuadas en sus instalaciones.
El gobierno local ha reforzado además sus medidas para el control del virus y ha instado a su población a no salir de la ciudad a menos que sea estrictamente necesario.
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Las autoridades sanitarias han confirmado más de 20 casos a lo largo del fin de semana, mientras que este lunes la cifra ha sido de 27 infecciones. Estos datos que suponen una cifra ínfima en comparación con otros países. A pesar de eso, el régimen chino ha decidido imponer una política draconiana de confinamientos para intentar contener lo que se trataría de una expansión masiva de la enfermedad.
En los dos últimos años, los brotes apenas han existido gracias a los tests a grandes partes de la población y a los cierres masivos. Sin embargo, la variante ómicron, detectada en el país por primera vez en enero, ha llevado a China a llevar su política restrictiva más lejos que nunca y con un nivel de rigurosidad no visto hasta ahora.
(NJPG | Con información de EuropaPress)
