Hoy se cumplen 35 años de una de la mayores sorpresas en la historia del boxeo mundial cuando el 11 de febrero de 1990 en el Tokio Dome (Japón), James “Buster” Douglas, desfavorecido 42-1 en las apuestas, noqueó al entonces invicto Mike Tyson para conquistar la corona mundial indiscutible del peso pesado.
Tyson, quien había ganado 17 de sus 37 peleas en el primer round, era el monarca absoluto del peso completo con un récord invicto de 37-0 con 33 nocauts. El neoyorquino consiguió su primer título el 22 de noviembre de 1986, al fulminar en el segundo asalto al campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Trevor Berbick. De esta manera, se convirtió en el campeón más joven de la historia de los pesados a los 20 años, 4 meses y 22 días.
El 27 de octubre 1988, Tyson ganó todos los cinturones de la máxima categoría al derrotar al monarca lineal Michael Spinks por nocaut en el primer round en Atlantic City.
Entretanto, Douglas, con foja de 29-4-1, había logrado seis victorias consecutivas entre 1987 y 1989, luego de sufrir una devastadora derrota ante el campeón del peso pesado de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), Tony Tucker, por nocaut técnico en el décimo asalto el 30 de mayo de 1987.
A pesar de su éxito, Douglas fue clasificado en el séptimo lugar por The Ring Magazine en la división del peso completo y se esperaba que fuera un “paquete” para Tyson, quien tenía pautado enfrentar a Evander Holyfield en ese mismo año.
El candente combate
Desde el primer campanazo a Tyson le faltó la soltura y la potencia que había mostrado en peleas anteriores, mientras que el retador aprovechó su ventaja de 12 pulgadas de alcance para conectar su jab. Douglas continúo pegando su jab y contragolpeó a Tyson con la derecha.
En el quinto asalto, el ojo izquierdo de Tyson estaba completamente cerrado por la inflamación provocada por los derechazos de su oponente.
Tyson finalmente encontró el ritmo en el octavo round, y conectó un uppercut en los últimos cinco segundos que llevó a Douglas a la lona. Sin embargo, el retador parecía estar más molesto que herido mientras el árbitro contaba. Cuando la cuenta llegó a nueve, Douglas se puso de pie y el round terminó con ambos gladiadores aún en el combate.
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Mike Tyson salió más agresivo para el noveno asalto, con la intención de acabar con Douglas. Pero fue Douglas fue quien conectó los mejores golpes, para conseguir otro asalto a su favor en las tarjetas.
Al inicio del décimo asalto, dos jueces estaban divididos, mientras el tercero tenía un empate. Un minuto después de que comenzara el round, Douglas aprovechó su jab una vez más para preparar un uppercut de derecha al rostro de Tyson.
Este puño aturdió al campeón y le siguió una combinación de cuatro golpes que envió a Tyson a la lona. El árbitro Octavio Meyrán comenzó la cuenta, y Tyson intentó colocarse el protector bucal, pero solo se lo pudo acomodar de un lado. Tyson fue declarado fuera de combate en el minuto 1:23 del décimo round y James “Buster” Douglas se convirtió en el nuevo campeón indiscutible de la división de los pesos pesados.
