La tecnología da para todo, especialmente cuando de innovar en materia de conservación y sustentabilidad se trata. ¿Ejemplo? Rotterdam, ciudad holandesa que proyecta convertirse en la primera del mundo en construir todo un sistema de carreteras usando solo plástico reciclado de residuos recuperados de los océanos del mundo… ¡Brillante!
Armando Iachini, director de Construcciones Yamaro, nos revela esta noticia en su portal web oficial, y allí explica que las autoridades de la urbe holandesa y la empresa constructora VolkersWessels han decidido unirse para revolucionar la vialidad local… y mundial. ¿Cómo? Lo dicho, desarrollando paneles modulares de plástico reciclado que se acoplen entre sí.
La idea es genial, pues no solo es sumamente amigable con el medio ambiente sino, además, muy útil y funcional: Los panales se podrían montar y desmontar a placer, contarán con espacios huecos para añadir otras estructuras básicas, y permitirían un fácil acceso para reparaciones.
Y sí, lo de ‘amigable con el medio ambiente’ no viene de gratis pues, además de ayudar a la limpieza de los océanos (por aquello que el plástico a usar será recogido de residuos desechados en estos cuerpos de agua), servirá para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera (vamos, que producir asfalto genera mucha contaminación).
¡Casi como Legos!
Las carreteras de plástico de Rotterdam prometen ser algo así como Legos, por tanto y cuanto tendrían un diseño de traba a presión fácil y de sencillo traslado. Eso, claro, las convertirá en ideales a la hora de construir vías de comunicación vehicular en terrenos complicados como arenales o hasta pantanos (muy típicos de Holanda).
Armando Iachini, sin embargo, asegura que la iniciativa es solo un proyecto que está en fases tempranas… aunque no niega ni por un momento que se trate de una genial idea, maravillosa en su enfoque de diseño y en un desarrollo que apunta a soluciones que detengan el impacto negativo contra el ambiente.