Adriana Celedón.- Joaquin Phoenix, expresó su solidaridad para con las vacas, durante la gala de los Óscar, en su discurso de aceptación del premio a la mejor interpretación masculina por su trabajo en Joker, de Todd Phillips. El actor, como muchos otros, aprovechado el altavoz global que ofrece la gala de los Premios Óscar para lanzar un #MeToo animalista que en el país de los mil millones de cabezas de ganado, del steak y la hamburguesa, ha debido de sonar a sacrilegio. Si había alguna duda de por qué el actor bordaba el personaje de villano revolucionario pintado de payaso, quedaba totalmente despejada.
En el discurso, el actor elevó su voz contra los consumidores de carne y otros derivados animales: «Nos sentimos con derecho a inseminar artificialmente a una vaca y robarle su bebé, pese a que sus gritos de evidente angustia. Después, tomamos la leche que está destinada a su ternero y la echamos en nuestro café y nuestros cereales».
La fe de Joaquin Phoenix ahora, es un veganismo sin dios que lleva poniendo en práctica desde que sus padres lo adoptaron en 1977. Sea por moda o por convicción, en la Meca del Cine, el veganismo hace furor y muchos famosos han adoptado también esa práctica como estilo de vida no solo alimentario. Tanto que incluso el menú de los Óscar se ha decidido a incluir esas preparaciones en el catering que se sirve durante la ceremonia a los participantes. Una opción que, desde luego, se han saltado Salma Hayek y Penélope Cruz, con la dieta de Óscar que nunca habrías imaginado.
Sabemos que hay multitud de alimentos ricos en proteínas que pueden sustituir a la carne. Y es lo que ha hecho Joaquin Phoenix para celebrar su Óscar. Porque si en tantas películas americanas acabamos viendo a sus protagonistas celebrando cualquier éxito con una visita a la hamburguesería más cercana, es porque es una costumbre tan arraigada como la del pavo relleno de Acción de Gracias. Por eso, no es raro ver al actor y a su pareja celebrando la velada dando un delicioso bocado al plato por excelencia americano.
Si algo ha quedado claro, es que esas hamburguesas no lo son de carne, sino que forman parte de ese trampantojo vegano en el que cualquier cosa que antes hiciéramos con origen animal ahora podemos comerla sin necesidad de sacrificar ninguna res.
