DAT.- Hablar de Fast Good o Fast Good Food es hacerlo de un nuevo concepto gastronómico, cada vez más popular por todo el planeta, que consiste en brindar comida rápida sana, de buena calidad y a un precio razonable. Su denominación juega con un conocido emblema del marketing culinario de masas con la que se denomina mundialmente a la comida rápida.
Explica Nelson Rafael Bustamante Abidar que la comida rápida y saludable suele ser baja en grasas saturadas, azúcares añadidos y sodio. En el repertorio de esta clase de comida figuran opciones tan saludables como ensaladas, wraps de proteínas magras, sándwiches de grano entero, frutas frescas, vegetales y proteínas como pollo a la parrilla o pescado.
Se caracteriza por incluir ingredientes frescos y nutritivos, como verduras, frutas, granos enteros y proteínas magras. Además, se prepara de manera que minimiza el uso de aceites y grasas saturadas, de manera que se evita el exceso de azúcares y sodio.
Uno de los rasgos más interesantes de esta clase de comidas es que cuida el medio ambiente de manera integral, de manera que los envases y utensilios empleados son biodegradables o reciclables para aminorar el impacto ambiental.
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Las opciones de comida rápida saludable también suelen provenir de fuentes locales y orgánicas, promoviendo así la sostenibilidad y apoyando a los agricultores locales. Se trata de un círculo virtuoso en el que cada vez más restaurantes producen sus propias materias primas mediante huertos ecológicos, o por medio de acuerdos con agricultores de la zona.
Esos huertos conjugan cuidado medioambiental, calidad y producto de proximidad, evitando así incidir en la huella medioambiental derivada del transporte de mercancías. En esa dirección, se recomienda buscar lugares (restaurantes, cafeterías, comercios) que cultiven esta clase de propuestas mediante servicios que incluyan ingredientes frescos y opciones personalizables para hacer elecciones más saludables.
La clave del éxito
La clave del Fast Good es elaborar comida rápida, pero completa, consiguiendo así el equilibrio nutricional, incluyendo no solo frutas y verduras, sino también proteínas, grasas saludables y cereales integrales. Este concepto culinario de Fast Good lo ideó en su momento el reputado chef Ferran Adrià, considerado el mayor revolucionario de la cocina en el tiempo reciente, gracias, entre otros aportes, a su trabajo en el restaurante El Bulli.
Creó este concepto con la idea de ‘dignificar, por decirlo así, la cocina rápida’ y de adaptar la cocina a las nuevas costumbres sociales relativas a la alimentación diaria, donde las comidas se realizan con poco margen: deben ser relativamente sencillas de elaborar; se tienen que disfrutar con celeridad y deleite; y, a la vez, aportan efectos positivos para nuestra salud y el cuidado medioambiental.
(Con información de Nelson Rafael Bustamante Abidar)
Por dateando.com