Los líderes tienen que ajustar sus prácticas rutinarias y oxidadas a tiempos de cambios constantes, pues el verdadero líder es quien se sabe adaptar, en vez de forzar a su equipo a amoldarse a viejos esquemas autoritarios.
En el liderazgo humanista las personas son importantes porque se les motiva a buscar la forma de mejorar en su área de trabajo. También conocido como método Kaizen o de mejora continua, la forma de trabajar bajo este enfoque pasa a ser más horizontal. En muchos casos, ayuda a incrementar la eficiencia y, sobre todo, mantiene a las personas más felices en el trabajo.
Bajo este esquema, se entiende que ejercer el liderazgo entra dentro de las capacidades de cualquier persona y que todos tenemos el potencial de ser líderes.
Para quienes defienden el liderazgo humanista, la gente normal puede llegar a ser líder con aprender, pues es un proceso susceptible de aprendizaje en aquellas personas que sientan esta vocación.
El lider humanista está dispuestos a aprender, pues el conocimiento resulta en la actualidad decisivo en la actividad empresarial.
De acuerdo a esto, el líder es capaz de dirigir el talento de los demás en el logro de los objetivos comunes.
También este conoce sus cualidades como persona, y comprenden sus debilidades y fortalezas.
Por ello, es importante que se rodee de personas que cubran sus limitaciones.
Por otra parte, el líder humanista es un pedagogo y trata de educar a los demás y ejercer su liderazgo desde el ejemplo.
La empatía es fundamental en el rol del líder y en la construcción de empresas emocionalmente sustentables hoy en día.
Precisamente, desarrollar rasgos humanistas en la dirección de equipos y organizaciones hace una gran diferencia, pues mostrarse humano es una buena forma de estar cerca de los colaboradores.
De igual manera, los líderes bajo este enfoque deben marcar la pauta en apoyo emocional. Esto siempre redundará en beneficio del rendimiento de los miembros del equipo.
El líder humanista siempre debe estar atento a los cambios repentinos de sus colaboradores, tener una actitud de averiguar con respeto para saber en qué ayudar a los miembros de su equipo.
En la actualidad, el líder también debe tener mucho de coach e invitar a la reflexión a sus colaboradores, a la vez que ser solidario y reconocer los méritos de quienes demuestren buenos resultados en el ejercicio de sus funciones. De esta manera, tendrá siempre a su favor la mejor disposición del personal a su cargo para alcanzar los objetivos que se ha propuesto la organización.
Por dateando.com
