Nelson Gimón.- La Cámara de Transporte del Centro denunció este martes vía comunicado oficial que los transportes de carga pesada en Venezuela se encuentran paralizados casi a totalidad por la escasez de diesel en las estaciones de servicio, especificando que el porcentaje de inmovilidad es actualmente de un 90%.
Según la Cámara, se necesitan de estos transportes y del diesel para distribuir alimentos, medicinas, empaques y muchos otros productos esenciales. Sin embargo, con la grave crisis de combustible existe la posibilidad de que aumente la escasez de ese tipo de insumos.
“Hasta finales del año 2020, el abastecimiento de diesel en Venezuela había sido fluido y permitía cubrir la demanda interna. Ahora, el régimen comenzó la aplicación de una política de asignación por el déficit de la producción nacional de este combustible”, señalaron en el comunicado, agregando que la medida causó que surgiera un ‘mercado negro’.
Dicho mercado paralelo se da con un significativo aumento de precios, además de mucha corrupción, lo cual amenaza la estabilidad de las empresas de transporte de carga y su capacidad de seguir operando en condiciones normales.
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“A los múltiples problemas que ya enfrentamos por la escasez del diesel, se le suman otras variables, como la mala calidad de dicho combustible. Distorsiones en el mercado cambiario que ha generado una hiperinflación con una mega devaluación. Deterioro evidente de la infraestructura vial y los servicios públicos, y la inseguridad que padece diariamente a nuestros trabajadores”, enumeraron.
El organismo igualmente enfatizó las condiciones adversas que deben enfrentar los transportistas, destacando las restricciones causadas por la pandemia y especificando que la cuarentena influyó en la distribución, el incremento de los costos y los tiempos de operación.
A continuación, el comunicado al completo:
Los transportistas somos directamente responsables de la distribución de alimentos, medicinas, combustibles, empaques y muchos otros productos esenciales para el pueblo venezolano. Sin embargo el 90% del transporte de carga se encuentra paralizada por falta de Diesel (Gasoil), combustible fundamental para movilizar nuestras unidades de carga y así lograr la distribución de productos esenciales en la vida de la población venezolana.
Hasta finales del año 2020, el abastecimiento de Diesel, en Venezuela, había sido fluido y permitía cubrir la demanda interna. Ahora, el gobierno nacional comenzó la aplicación de una “Política de Asignación” por el déficit de la producción nacional de este combustible y las escasas reservas existentes en el país. Es aquí cuando aparece un “mercado negro”, con aumento sustancial de precios, discrecionalidad en la asignación de producto y corrupción, que amenaza la estabilidad de las empresas de transporte de carga y su capacidad de seguir operando en condiciones normales. Los múltiples problemas que ya enfrentamos por la Escasez del Diesel, se le suman otras variables, como la mala calidad de dicho combustible (deteriora nuestros vehículos), distorsiones en el mercado cambiario que ha generado una Hiperinflación con una Mega devaluación, deterioro evidente de la infraestructura vial y los servicios públicos, la inseguridad que padece diariamente a nuestros trabajadores y equipos, dificultando y restringiendo enormemente nuestras operaciones.
La Pandemia desde el año pasado y hasta los momentos, ha restringido nuestras operaciones y sumados los graves problemas de suministro de combustible (Diesel) tenemos un amplio registro negativo para nuestras empresas, con fallas de distribución, incrementos de costos y tiempos de operación que representan una crisis severa en nuestras operaciones. Este problema tiende a agudizarse en la medida en que el país comienza a abrirse nuevamente y su impacto en la población puede ser devastador porque la ausencia de garantías de suministro de diesel para el sector de transporte, es una amenaza concreta para la vida de la población venezolana y se hace indispensable resolver inmediatamente.
De lo contrario, la crisis de transporte de carga será inevitable y tangible en la ausencia de los alimentos que circulan por el país, de las medicinas, que incluyen las vacunas y los medicamentos para la atención de la pandemia y otros bienes esenciales que están amenazados en este momento, además del cierre técnico de cerca del 80% del sector transporte, que no podría recuperarse rápidamente para atender la emergencia que nos asecha. La problemática que exponemos en este documento involucra la vida de la población y debe ser atendida de inmediato con responsabilidad por todos los actores internos y externos involucrados, dentro de las estrategias que el país necesita para enfrentar la enorme crisis que lo envuelve. Solicitamos buscar soluciones a este problema crítico, que amenaza la calidad de vida de la población y podría convertirse en un caos de grandes dimensiones.
Cámara de Transporte del Centro
(Con información de El Nacional)