Sean Manea estuvo pletórico en la lomita del Citi Field, para guiar la victoria de los Mets de Nueva York 7-2 contra los Filis de Filadelfia. Con ese triunfo, los neoyorquinos tomaron ventaja 2-1 en la Serie Divisional.
Manaea maniató a placer a la toletería de los cuáqueros durante siete capítulos, en los que permitió tres inatrapables, no toleró carreras, regaló dos bases por bolas y abanicó a seis contrarios.
El zurdo de los de Queens enfrentó a 26 bateadores, realizó 91 lanzamientos, de los cuales 65 estuvieron en la zona de strike. Con esa presentación, se adjudicó su primera victoria en postemporada en su carrera. Su registro histórico era de 0-3 en cinco presentaciones.
Ofensiva oportuna
Los neoyorquinos iniciaron su accionar ofensivo en la parte baja de la segunda entrada con un vuelacerca del “Oso Polar”, Pete Alonso. El cuadrangular se lo conectó a Aaron Nola. Ese jonrón abría la pizarra 1-0.
Jesse Winker se unió a la fiesta en la baja del cuarto acto con un estacazo de vuelta completa. Ese jonrón fue también contra Aaron Nola y recorrió una distancia de 399 pies.
Con un rally de dos carreras en el sexto y séptimo inning respectivamente, los neoyorquinos ampliaron su ventaja en la pizarra. Las carreras las trajo al plato Starling Marte, con un sencillo al jardín central.
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Como se le conoce coloquialmente “No hay séptimo malo”, los de Queens llenaron las bases y la mesa quedó servida para que José “Candelita” Iglesias conectara un sencillo al jardín central, para traer la quinta y la sexta carreras de los dirigidos por Carlos Mendoza.
La guinda al pastel la colocó Francisco “Paqui” Lindor con un segundo doble de la postemporada. Con esa trepidante conexión, traía a la caja registradora la séptima carrera de los Mets, en las piernas de J.D. Martínez.
Los neoyorquinos tendrán la oportunidad de avanzar a la Serie de Campeonato este miércoles, cuando se juegue el cuarto compromiso de la Serie Divisional en su casa.