Andreína Vies.- Este 8 de septiembre la primera ministra británica, Liz Truss anunció el congelamiento de los precios en el área energética por dos años, esto como medida a la crisis existente en dicho servicio.
Para un hogar medio, la paralización de los precios se traducirá en un ahorro de unas 1.000 libras (1.150 dólares) al año, en comparación con el alza de 80 por ciento del tope tarifario que estaba prevista el 1 de octubre, detalló Truss.
En esta misma línea, la premier de Reino Unido explicó que para las escuelas, hospitales, empresas e instituciones de primera necesidad recibirán una “ayuda equivalente durante seis meses”.
Ante esta decisión enfatizó: “Es el momento de ser audaz. Nos enfrentamos a una crisis energética (…) y estas intervenciones tendrán un coste”, esto lo dijo en respuesta a las intervenciones de oposición que tienen dudad de cómo Truss prevé financiar estas políticas que a juicio de muchos, está encaminada a subir más la deuda pública británica.
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No se conoce el costo que debe cubrir el gobierno britanico en el área energética
A estos cuestionamientos, Truss indicó que el ejecutivo británico les cancelará a las empresas energéticas la diferencia de precios, mas no dio una cifra exacta de cuánto podrá costear al tesoro público. Se espera que este mes el nuevo ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, presente un presupuesto.
Con información de El Universal
