Angélica Álvarez.- La vicepresidenta de EE. UU., Kamala Harris, inició su gira por Latinoamérica con la idea de parar el ingreso de migrantes a su país y entre sus primeras advertencias a los inmigrantes sin papeles señaló: «No vengan, no vengan».
Muchos críticos a su gobierno afirman que antes debió tener lista una estrategia que permita hacer frente a la migración en su nación, sin embargo, ya se reunió con el presidente de Guatemala, Alejando Giammattei y espera ir a México.
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El gobierno de Biden quiere crear un método que haga frente a las causas de la migración forzada desde Centroamérica hacia Estados Unidos, en un contexto donde la nación norteamericana ha recibido una cifra muy alta de personas en la frontera sur, quienes buscan pedir asilo, alcanzando un récord que constituye el más alto en dos décadas.
«De acuerdo con datos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), el arribo de extranjeros, principalmente provenientes de México y América Central, pasó de cerca de 7.000 el pasado enero a alrededor de 19.000 en febrero».
La situación de pobreza, corrupción de los gobiernos, la desesperanza, la delincuencia y las bandas criminales, hacen que miles de personas busquen salir de sus países de forma desesperada con la idea de tener una vida más digna en EE. UU.
«La gira de la vicepresidenta estadounidense se da en momentos de una fuerte tensión política en Washington. Los republicanos acusan a Biden de provocar la nueva crisis migratoria, debido al discurso a favor de la migración con el que llegó a la Casa Blanca», así lo reseña France 24.
