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En la actualidad, el delito de la ciberdelincuencia está generando ingresos superiores a los que se obtienen mediante el narcotráfico y el tráfico de armas. Un análisis demuestra cómo varias empresas en Europa perdieron en este año alrededor de 14.000 millones de euros por delitos relacionados con el robo de datos y el hackeo de plataformas.
Lo que más preocupa a las empresas, es que no existen profesionales capacitados para brindarles la seguridad cibernética que necesitan, ya que los avances de la tecnología y la necesidad de la hiperconectividad avanza demasiado rápido, incluso antes de que pueda gestarse un nicho laboral capacitado para combatir los ataques en la nube.
Está demostrado que el objetivo de los hackers no sólo son las empresas, también los teléfonos inteligentes y el internet de las cosas. Conforme las compañías tecnológicas y los desarrolladores de smartphones han ido abriéndose hacia opciones de vida cada vez más conectadas, los usuarios se encuentran más vulnerables al ciberataque.
Acontecimientos como el Celebgate, el hackeo a la base de datos de Sony a finales del año pasado y, más recientemente el escándalo de Ashley Madison y la filtración de datos de Uber por segunda vez, demuestran lo importante que es tomar medidas en contra de esta nueva modalidad de delito.
@notiglobo
