Andreína Vies.- Este martes se hizo público el escenario negativo que han vivido las jugadoras de la selección de fútbol Vinotinto con respecto a los acosos sexuales, estupro y otros actos inapropiados cometidos por el entrenador Kenneth Zseremeta entre 2013 y 2017.
Las deportistas se pronunciaron en un comunicado donde dieron a conocer lo que sucedió mientras estaban bajo la preparación de Zseremeta, incluyendo, un caso propiamente de violación contra una de las jóvenes, quien tenía 14 años cuando fue víctima del exentrenador.
Parte de la narración en la misiva resalta: «El año pasado una de nuestras compañeras nos confesó que había sido abusada sexualmente desde los 14 años (desde 2014) por el entrenador Zseremeta. Este abuso duró hasta que fue despedido. Su cómplice en todo esto es Williams Pino».
En el comunicado se resalta que las afectadas han buscado mecanismos para realizar una demanda legal, mas el proceso se ha hecho difícil, es por ello que el nombre de la joven agredida se mantiene en anonimato para cuidar su integridad.
Después de la primera confesión sobre los abusos de Zseremeta, otras deportistas también hablaron sobre las malas experiencias a las que fueron sometidas.
Ante esta noticia distintas figuras del combinado Vinotinto como Deyna Castellanos alzaron su voz para rechazar este suceso, es por ello que compartió en su red social Twitter el comunicado donde se destaca: «Nosotras, las jugadoras de la selección de Venezuela de diferentes procesos, hemos decidido romper el silencio para evitar que las situaciones de abuso y acoso físico, psicológico y sexual ocasionados por el entrenador Kenneth Zseremeta tomen más víctimas en el fútbol femenino y en el mundo».
El conjunto femenino Vinotinto se dirigió hacia las personas que puedan cuestionar esta denuncia, explicaron: «No ha sido fácil para nosotras este proceso, pero actualmente hemos entendido que como víctimas de abuso es importante alzar la voz, por defender el honor de nuestra compañera y para que una persona así jamás tenga el poder de hacerle daño a otra niña o mujer».
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En esta misma línea, hicieron un llamado a respetar la privacidad, agregaron que no emitirán más comentarios sobre este hecho pues «ha sido un golpe muy fuerte», ya que siendo unas adolescentes entre 13 y 14 años de edad pensaron que el expreparador trabajaba para ayudarlas en sus carreras, pero sus intenciones en realidad eran malas.
Con información de El Nacional
