La UCV de Daniel Sasso enfrenta uno de los mayores desafíos desde su regreso a la primera división en 2020. Cuatro años después el ascenso está en la encrucijada que tanto anhelaba el cuadro tricolor para “hacer historia”, el mantra que repite su técnico cuando se le pregunta sobre las metas del equipo. A tres fechas de culminar el torneo Clausura, la UCV está muy cerca de conquistar la clasificación a la fase de grupo de la Copa Libertadores, una hazaña que parecía inalcanzable hace un par de temporada, cuando la alma mater estuvo a punto de retornar a la segunda división. Pero con Sasso en el banquillo el equipo recuperó la competitividad.
Se convirtió en la revelación del pasado torneo Apertura, al que dominó del principio a fin, y solo un flojo partido ante Metropolitanos en semifinales lo apeó de disputar el choque decisivo ante Carabobo.
En el Clausura, el equipo universitario ha mostrado de nuevo su regularidad y solo tres puntos lo separan del liderato que le pertenece al Deportivo Táchira. De allí que el choque entre el aurinegro y el tricolor de este domingo en Pueblo Nuevo puede ser trascendental en las aspiraciones de los dirigidos por Sasso. Porque un triunfo en el templo sagrado de San Cristóbal le aseguraría, en principio, un boleto a la primera fase de la Copa Suramericana y lo dejaría a las puertas de diputar por primera vez en su historia la Copa Libertadores de América.
Para ello, solo necesitaría de otro triunfo, un empate, y/o una combinación de resultados desfavorables para Carabobo, Monagas y La Guaira, que también están en la batalla por clasificar al máximo torneo de clubes del continente por la mayor cantidad de puntos en la sumatoria de los torneos Apertura y Clausura.
¿Cómo enfrentar al poderoso equipo de Eduardo Saragó para poner fin a su invicto en el torneo y bajarlo de la cima? Táchira es el equipo que mejor fútbol ha exhibido en esta segunda fase. Tiene un sistema adaptativo que se va acomodando de acuerdo a las circunstancias del partido.
Tiene laterales como Roberto Rosales y Jefre Vargas que se transfiguran en volantes que caen por dentro para sumarse al ataque o se proyectan como extremos para templar el pase de gol al área en busca de Uribe, Castillo, Pardo, o el segundo balón para el remate de Maurice Cova, el mediocentro más determinante del país.
Para salir vivo de Pueblo Nuevo, la UCV de Sasso tendrá que controlar el tridente creativo de Saggiomo, Cova y Sosa e intentar tomar la espalda de los defensores con pases largos y efectivos, a lo César Farías, para que Charlis Ortiz, Brayan Alcócer y Juan Camilo Zapata hagan su trabajo de demolición. La gloria de la Copa Libertadores estará en juego.
