Finalmente hemos aterrizado en el año en el que el cineasta Robert Zemeckis ambientó la segunda entrega de su exitosa saga Back to The Future, protagonizada por Michael J. Fox y Christopher Lloyd. Producida por Steven Spielberg, este exitoso clásico de los ochenta lleva a su protagonista, Marty McFly, al 21 de octubre del año 2015, donde se muestra una curiosa visión del futuro.
Los nostálgicos ya se han dado a la tarea de revisar minuciosamente la producción para concluir hasta dónde ha llegado la tecnología de acuerdo con las expectativas que se manejaban de este siglo en el año 1989, cuando se estrenó esta exitosa película. Hasta el momento no hay zapatos que se aten los cordones por sí solos, ni ropa con autosecado que se ciña al cuerpo, pero sí podemos enorgullecernos de otros desafíos tecnológicos.
Las videollamadas, por ejemplo, es algo que no se escapa a la realidad. Con Skype y Facetime eso forma parte de nuestro día a día y nos comunicamos tal y como lo sugiere la cinta de Zemeckis de finales de los ochenta. Los grandes televisores también están presente en nuestra época y, aunque no se estrenó una versión 19 de Jaws, hay largometrajes en 3D que pueden ser vistos en el cine y en televisores con la tecnología adecuada.
No existen los vehículos voladores y mucho menos aquellos que se encuentran impulsados por combustible orgánico, como conchas de plátano. Hay patinetas que pueden moverse sin ruedas, flotando sobre el suelo, pero no son tan excitantes como la que usa Marty McFly a lo largo de la película para huir de sus acosadores, aún nos falta un poco para parecemos a ese 2015 que recreaba Back to The Future.
