Como ya conocimos a lo largo de esta semana, el inolvidable Pete Rose vino a Venezuela para disputar la temporada 1964-65 de la LVBP con el uniforme de Leones del Caracas.
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Ahora bien, un capítulo imprescindible de esa pasantía de «Charlie Hustle» en Venezuela fue el 25 de enero de 1965, cuando se fue de 6-5 en un duelo entre los Eternos Rivales.
Aquellos Navegantes del Magallanes eran dirigidos por Sparky Anderson, que después sería su manager en Cincinnati y le daría dos de sus tres anillos de Serie Mundial. Regino Otero; también coach de los Rojos de Cincinnati en ese momento, era el manager del Caracas.
Se la sacó a Luis Peñalver
Entre sus cinco imparables, Pete Rose conectó dos cuadrangulares -uno de ellos a Luis Peñalver-, un doble y dos sencillos. Igualmente, impulsó cuatro carreras y anotó cinco de las 41 con las que lideró esa zafra.
Aquel duelo entre los «Eternos Rivales» terminó con victoria 21-5 para el Caracas y récord de 25 imparables en el Parque de la UCV, con Pete Rose abriendo la alineación ofensiva, seguido de César Tovar; que dio HR, robó dos bases y se fue de 7-4 ese día, Víctor Davalillo (de 5-2 con 3 CA y 5 CI) como tercer bate, Ken Harrelson y José Tartabull como cuarto y quinto palo. Dámaso Blanco era el tercera base de ese equipo.
Rose dijo décadas después que jugar en Venezuela lo hizo mejor bateador. «Cuando regresé de Venezuela fue que empecé a batear 200 hits, sobre .300 por temporada y a ganar títulos de bateo en Grandes Ligas», comentó en una entrevista al periodista zuliano Augusto Cárdenas para Diario Panorama en 2011.
«Para los amantes del beisbol, algo digno de recordar cada vez que se hable de ese inmenso bateador: ¡Pete Rose!», decía un fragmento del libro Momentos Inolvidables del Beisbol profesional Venezolano de Alexis Salas.