Según Camilo Ibrahim Issa, alrededor del mundo existen construcciones que llaman poderosamente la atención e impactan inmediatamente al momento de observarlas, no solo son monumentos importantes, sino que son obras que representan el lugar por el cual son reconocidos mundialmente. Cada uno de ellos posee un estilo arquitectónico cuyas características permiten distinguirse de otros y darle ese aspecto único que realza toda la edificación otorgándole una impresión distintiva.
Cuando se habla de un estilo arquitectónico se hace referencia a un medio de expresión muy usual en la arquitectura que se hace mediante una composición única con ayuda de materiales que se ha realizado en diferentes periodos de la historia. Incluye diferentes elementos como materiales de construcción, formas, métodos y técnicas que le otorgan esa apariencia distintiva de la época donde quedan reflejadas las creencias religiosas, aspectos culturales, así como la moda reinante en ese tiempo.
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Historia de los estilos arquitectónicos
La arquitectura es un medio de expresión que a través del tiempo ha evolucionado como consecuencia del cambio que se ha producido en las diferentes sociedades con el transcurrir de los siglos. Esto se debe a que los distintos gobernantes, llámense emperadores, faraones o reyes, dejaron su poder absoluto para establecer un gobierno equilibrado con el pueblo, ciudades y estados, lo que ocasionó que la arquitectura cambiara su carácter monumental y simbólico y convertirse en un servicio individual.
Tipos de estilos arquitectónicos
Griego
El estilo griego nació en el año 600 a. C y se mantuvo vigente hasta el 146 a. C, se usaron materiales de gran hermosura como el mármol y la piedra caliza. Sus diseños se caracterizan por la inclusión de capiteles y columnas. Se destacan tres órdenes arquitectónicos: Corintio, Jónico y Dórico, entre los monumentos construidos bajo este estilo se puede nombrar a el Templo de Zeus y el Partenón.
Romano
Este estilo predominó entre el año 509 a. C y el siglo IV d. C, se caracteriza por la presencia de arcos imponentes que no solo tenían la función de dar resistencia a las construcciones, sino también aportaban belleza. A su vez se divide en toscano, que es un estilo mucho más sencillo, y el compuesto, que aportó la inclusión de algunos puntos florales a los capiteles, el Coliseo Romano es un claro ejemplo de este estilo.
Románico
Se originó en la Edad Media y las edificaciones construidas bajo este estilo se caracterizan por tener enormes muros, arcos semicirculares, pilares y bóvedas de arista, que son aquellos espacios que se usaban para cubrir zonas con formas cuadrangulares entre cuatros arco. La Torre de Pisa, en Italia, y la Basílica de Santa María del Capitolio, en Alemania, son ejemplos de edificaciones construidas con el estilo románico.
Gótico
Se desarrolló en Francia al finalizar la Edad Media alrededor de los años 1140 y 1520, es un estilo muy usual en las iglesias católicas, ya que se requería tener un espacio con una sensación de gran altura y amplitud. Se distinguen por poseer un arco de ojiva que ayuda a que el peso de los techos se distribuya de la mejor manera, así como bellos vitrales. La Catedral de Notre-Dame, en Francia, y la de Burgos, en España, son obras realizadas bajo este estilo.
Modernista
Aparece en los últimos años del siglo XIX y la primera década de 1900, se destaca por el uso del hierro forjado y el vidrio como materiales principales en las construcciones, se caracteriza por dar a las edificaciones formas onduladas e irregulares con inspiración en lo natural. El Parque Güell y el Templo la Sagrada Familia, del español Antoni Gaudí, ambos en Barcelona, España, son buenos ejemplos de este estilo.
La arquitectura se ha ido modificando a través del tiempo en la medida que las sociedades y la humanidad también lo han hecho, dejando así un legado muy importante.
Por dateando.com
