Venezuela se enfrenta a una crisis económica que amenaza la soberanía alimentaria. La producción de bebidas gaseosas está en peligro, ante la carencia de materia prima para endulzarla.
Fuentes del sector indican que la escasez de azúcar enciende el debate en las empresas, pues muchas reclaman al gobierno nacional la falta de materia prima y otras exigen la aprobación y liquidación de divisas a tasa preferencial para realizar las respectivas importaciones.
Empresas como Pepsi-Cola se han visto en la necesidad de bajar sus niveles de producción e inventarios ante la falta de azúcar, un elemento indispensable en la fabricación de numerosas bebidas gaseosas que se comercializan a diario en el mercado nacional.
Coca-Cola enfrenta la misma situación, con la posibilidad de tener que paralizar la producción en caso de que la situación no se revierta a corto, mediano y largo plazo.
Empresarios acusan al gobierno nacional de estar detrás de una campaña para disminuir la producción en varias empresas, como sucede actualmente con Polar, para así tener un argumento válido a la hora de expropiarlas. Polar padece por la falta de cebada para la producción de cerveza, lo que ha obligado a la paralización de sus plantas en los estados Zulia y Carabobo.
