La era de Luis Enrique culmina con un palmarés más para el Barcelona, pues los jugadores del equipo culé lograron derrotar al Alavés 3 goles a 1 para ganar por tercera vez consecutiva la Copa del Rey, un trofeo que regresa a las vitrinas de los catalanes, a pesar de ir segundos en La Liga y de ser eliminado por La Juventus en la Champions League.
Messi fue uno de los jugadores más destacados de la jornada, apoyándose también en la gran actuación de Alcácer y de Neymar, los autores de los otros dos tantos del partido que le dieron la victoria al Barcelona. El equipo catalán dominó siempre el partido, a pesar de que el rival se comportó con valentía y solvencia sobre la cancha.
Mascherano fue una de las grandes bajas del Barcelona cuando salió del encuentro lesionado por Marcos Llorente. En sustitución del jugador argentino ingresó André Gomes, jugador que disputó el mejor encuentro de la temporada y que tuvo una repercusión directa sobre el segundo gol de los blaugranas.
El Barcelona jugó con paciencia y gran maestría, derribando paulatinamente el muro de 5-3-1-1 que había alineado el Alavés, con el único propósito de frenar las acciones del conjunto catalán, uno de los más fuertes de La Liga española, y que sigue rezagado del Real Madrid, tres puntos por debajo de los merengue en el torneo español.
