El conjunto de Guaros de Lara, a pesar de coronarse recientemente bicampeón de la Liga de las Américas, no está pasando por el mejor de sus momentos en la Liga Profesional de Baloncesto (LPB). Muestras claras de ello se dan, primero, con su récord negativo de 3 triunfos y 5 derrotas, y segundo, con la cantidad de lesiones que presenta la plantilla.
Esto último es para enmarcar porque está afectando directamente el rendimiento del conjunto dirigido por Jorge Arrieta. De hecho, el mismo coach lo ve así: “Los últimos juegos han sido un poco accidentados”, dijo, al tiempo que agregó: “Tenemos muchos lesionados en el equipo, aunque no hay excusas”, aseguró.
Jugadores clave como Rafael Guevara, por una contusión en la rodilla derecha, no han podido ver minutos en los últimos encuentros. Tampoco el capitán Heissler Guillent quien, debido a un pinzamiento en un nervio de la columna, ha visto reducido su accionar a unos pocos segundos en cancha.
El joven Yohanner Sifontes tampoco está bien debido a una luxación en el dedo pulgar de su mano izquierda que devino en fractura lineal y, para colmo de males, el importado Zach Graham se retiró con molestias en su pie izquierdo del último partido ante Bucaneros de la Guaira apenas con seis minutos y medio disputados.
Era obvio que todo eso incidiese para mal en el funcionamiento reciente de Guaros de Lara: “Los resultados no son para estar contentos. Las lesiones nos afectan”, reiteró Arrieta, aunque afirmó que, a pesar de los pesares, es menester superar la situación: “Hay que salir adelante”, sentenció.
Con vistas a esa anhelada recuperación, la gerencia del cuadro crepuscular, presidida por Jorge Hernández Fernández, está moviéndose rápidamente en el mercado para traer a un base de primer nivel, uno que todavía no ha sido nombrado y que no se espera llegue antes de la serie ante Cocodrilos de Caracas estos días jueves y viernes en la capital venezolana.
