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Malaui, ubicado al sureste de África es actualmente el país más podre del mundo, con un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de 171 euros por habitante, una cifra muy por debajo a la de Luxemburgo, el cual obtiene un 83.100 euros de ingreso anual al año por habitante. Sabiendo que el PIB per cápita es una variable con la que se puede medir el grado de bienestar en los habitantes de un país, tenemos que el de Malaui ha decrecido desde el año 2012, cuando era de 207 euros por habitante.
Noruega, para tener una referencia, tiene un índice de desarrollo humano (IDH) de 0.944, teniendo en cuenta que evalúa salud, educación e ingresos, está muy por arriba de Malaui que se sitúa en el puesto 166 con un índice de 0.414, en un ranking formado por 178 países, el cual publicó datosmacro.com.
Malaui puede ofrecer números tan alarmantes que no es de sorprenderse que en el año 2012 tuviese una tasa de mortalidad del 11,66% y una esperanza de vida al nacer de tan solo 54,72 años. No se puede olvidar la deuda de 1.735 millones de euros, la cual supone un 62,02% de su PIB, muy alejado de Arabia Saudita que con una deuda del 1,57% de su PIB, encabeza la lista de los países con menos deuda.
