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Trabajadores públicos y privados devengarán a partir del 1º de noviembre no menos de 9.649 bolívares al mes, por decisión del presidente Nicolás Maduro. Fedecámaras critica este aumento del salario mínimo, el cuarto en lo que va de año, por haberse realizado de manera inconsulta.
Fedecámaras aboga por el establecimiento de una comisión tripartita que discuta lo relacionado con las remuneraciones. En esta mesa de diálogo deben sentarse representantes del Gobierno nacional, empresarios privados y voceros del sector laboral.
Maduro, además, decidió incrementar la tasa de cálculo para los tickets de alimentación, por lo que el salario mínimo integral pasará a poco más de 16.000 bolívares antes de fin de año. Fedecámaras quiere sueldos dignos, basados en la productividad de las empresas y de los mismos trabajadores.
Empresas de todo el ámbito nacional podrían ver comprometidas sus finanzas para poder cumplir con el ajuste del salario mínimo, en medio de un escenario de recesión económica, inflación, escasez de materia prima y numerosos controles por parte del Ejecutivo nacional.
Fedecámaras alega, además, que el aumento de los ingresos no logrará acabar con el incremento desmedido del costo de la vida, que según el propio Nicolás Maduro podría cerrar el año en aproximadamente 80 por ciento.
