A pesar de que no existe un rango de edad típicamente establecido como el más oportuno o idóneo para iniciar un proyecto propio, sí que hay un patrón o tendencia que nos dice que, al menos en el caso de Venezuela, cada vez son más los jóvenes que se adentran en el mundo del emprendimiento.
Mauricio Parilli, experto en emprendimiento e innovación, participó recientemente en el segmento Emprendedores BOD, espacio radial conducido por Fullchola y auspiciado por el Grupo Financiero BOD (institución presidida por Víctor Vargas Irausquín), y allí se encargó de explicar algunas de las razones de tal afirmación.
“A veces, producto de la misma situación económica por la que atraviesan a nivel familiar; así como también están los hijos de comerciantes y empresarios que, por crecer en un entorno ligado a los negocios, buscan la manera de iniciar su pequeña empresa, lo cual convierte a la juventud venezolana en una población bastante productiva desde temprana edad”, comentó Parilli.
Según el experto, no todo queda allí pues los jóvenes venezolanos emprenden más allá de lo económico y hasta se atreven a hacerlo en aspectos innovadores que pretendan cambiar para bien el entorno social del país: “La juventud ahora está más preocupada por buscar soluciones a los diferentes problemas públicos y sociales”, aseguró.
Y sí, a pesar de que el grueso del emprendimiento nacional sea llevado a cabo por los jóvenes, Parilli no niega que hay muchas personas de la tercera edad que también se están adentrando en este mundo, invirtiendo lo que son sus ahorros de toda la vida y pretendiendo obtener ganancias y mantenerse productivos.
Que dos sectores de la sociedad tan aparentemente dispares se atrevan tanto con nuevos proyectos no es más que, dice Parilli, una muestra de inspiración con raíces profundas: “El espíritu emprendedor por lo general se desarrolla por la historia familiar, lo que a su vez ayuda a promover y fundamentar el desarrollo local”.
