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Las celebridades se han vuelto expertas en sortear los asuntos legales. Parece que un poco de fama y dinero puede más que las normas a seguir y Johnny Depp ha sido una de las últimas figuras de Hollywood en hacer eco de esta irresponsable premisa, al introducir ilegalmente a sus mascotas en Australia.
El actor se encuentra en la nación de Oceanía en compañía de su esposa Amber Heard para grabar una nueva película. Aparentemente se trata del rodaje de la quinta entrega de la exitosa saga Pirates of the Caribbean. Johnny Depp entró en Australia en jet privado llevando consigo a sus dos mascotas: Boo y Pistol, un par de Yorkshire Terriers.
Barnaby Joyce, el ministro de Agricultura de esta nación, advirtió al actor que si sus perros no están fuera de Australia en las próximas 48 años, ambos terriers deberán ser entregados a la ley para ser sacrificados. Desde luego la radical postura del ministro australiano desató la sensibilidad de los animalistas y de los seguidores del actor en las redes sociales, quienes consideran que la severidad de la medida es excesiva.
The Telegraph informó que las autoridades supieron de la existencia de las mascotas de Depp porque ambos perros fueron llevados a una peluquería canina que queda cerca de la mansión donde el actor y su esposa se están hospedando. El plazo que ha impuesto la ley australiana se vence este sábado.
