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Otto Pérez Molina podría ser juzgado por hechos irregulares durante su administración como presidente, ya que Guatemala pide cambios en el sistema político, pues está harta de la corrupción y de los abusos que se cometen desde el poder.
Manifestantes de todas las edades han salido a las calles de este país de Centroamérica para exigir, de forma pacífica, una nueva democracia representativa. El sistema de gobierno actual tiende a favorecer prácticas poco transparentes, como las que se le acusan a Otto Pérez Molina y a su ex vicepresidenta, Rosana Baldetti.
Analistas de medios internacionales comparan lo que está sucediendo en Guatemala con el famoso movimiento de indignados que le ha dado la vuelta al mundo, especialmente en España, cuando se ejecutaron los desahucios que dejaron en la calle a miles de familias.
Honduras también vive una situación similar, pues el presidente Juan Orlando Hernández ha sido acusado por hechos de corrupción relacionados con la seguridad social de ese país. En El Salvador, la pobreza y la inseguridad ciudadana como consecuencia de la acción de grupos vandálicos han copado la paciencia de los habitantes.
Movimientos como los que se están produciendo en Guatemala podrían tener réplicas en Honduras y El Salvador, de acuerdo con el criterio de varios analistas. En otras partes del mundo ha habido iniciativas similares, como la Primavera árabe en el Medio Oriente y La revolución de los paraguas en Hong Kong.
