Venezuela se enfrenta a la posibilidad de que su presidente, Nicolás Maduro, deba abandonar el cargo este mismo año. La oposición impulsa un referendo revocatorio que en primer término debe ser aprobado por el CNE, el Consejo Nacional Electoral, para su respectiva convocatoria.
MUD, la Mesa de la Unidad Democrática, pide la observación de la OEA ante la posibilidad de que la consulta electoral sea convocada antes del fin del 2016. El secretario general del organismo, Luis Almagro, recibió recientemente a una delegación de parlamentarios, quienes aprovecharon su presencia en Washington para formalizar la solicitud.
Henrique Capriles Radonski, gobernador de Miranda, informó que la Mesa de la Unidad Democrática logró recolectar más de un millón de firmas para activar la solicitud del referendo revocatorio, muchas más que las solicitadas por el Consejo Nacional Electoral, lo que augura una posible derrota del presidente Nicolás Maduro en las urnas.
Factores de la oposición temen que el gobierno nacional haga todo tipo de maniobras para que la consulta no se realice o se demore hasta el próximo año, en medio de pronósticos negativos relacionados con la economía. Los analistas temen que Venezuela cierre el 2016 con una inflación oficial de más de 500 por ciento y una caída de al menos ocho puntos en el producto interno bruto.
