Finalmente, se conocen los resultados de la autopsia que fue realizada a Prince, uno de los más relevantes ídolos del pop de los últimos años, que murió el pasado 21 de abril en circunstancias sumamente sospechosas. Los estudios realizados al cuerpo del cantante determinan que el deceso fue consecuencia de una sobredosis de opioides.
Las investigaciones reflejan que Prince había establecido contacto con Recovery Without Walls, un centro de rehabilitación de adicciones en California, bastante alejado del domicilio el cantante. Al parecer, el intérprete sería tratado con buprenorfina, un medicamento bastante efectivo en la lucha contra la adicción a los opiáceos.
El tratamiento nunca se inició, pues Prince murió antes de que se diera comienzo a su rehabilitación, sin embargo, Andrew Kornfeld, el consultor de Recovery Without Walls e hijo de su fundador, el doctor Howard Kornfeld, llevaba consigo grandes cantidades de buprenorfina, un medicamento que es conocido popularmente como “bupe”.
Aparentemente, la razón por la que Andrew Kornfeld llevaba el medicamento, era para entregarlo a un médico de Mineápolis, quien a su vez lo recetaría a Prince, prescripción que jamás se concretó. La razón por la que los Kornfeld están siendo investigados es porque se presume que en la muerte de Prince pudo haber incidido otra sustancia, además de los opioides.
